La patata contiene fécula, que es un potente espesante. Si no la lavas una vez cortada, ésta no desaparece y hace que las patatas se peguen entre sí al cocerlas. Recuerda que la patata se oxida (se pone negra) con cierta facilidad. Generalmente se suele poner en remojo con agua para evitar este efecto, pero si lo que quieres es aprovechar el efecto espesante de la fécula, hacerlo no sería una buena idea. Es por ello que tendrás que proceder con rapidez. ¡Tenlo en cuenta!
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