Tarta salada ligera de jamón y queso

Comienza la preparación de tu tarta salada calentando un poco de aceite de oliva en una sartén grande. Añade la cebolla cortada en tiras y el jamón en tacos. Remueve todo bien para que se mezclen los sabores y sofríe durante unos minutos. Es importante que la cebolla se poche y tome un ligero color dorado, lo que aportará un sabor delicioso a tu tarta. Una vez que estén dorados, retira del fuego y deja escurrir el exceso de aceite. Este es un paso esencial que asegura que tu tarta salada quede perfectamente equilibrada y no demasiado grasosa.

En el vaso de tu batidora, agrega los huevos, el queso crema y la nata líquida. No olvides incluir también una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo desmenuzada y un poco de pimienta al gusto. Tritura todos los ingredientes hasta obtener una crema suave y homogénea. Este paso es clave porque la mezcla le dará la consistencia cremosa a tu tarta. La combinación de todos estos ingredientes hará que tu tarta salada tenga un sabor rico y cremoso, ideal para disfrutar en cualquier ocasión. Asegúrate de que no queden grumos para que la textura sea perfecta.

Estira la masa de hojaldre sobre una superficie limpia y ponla en la fuente que utilizarás para hornear. No olvides retirar el sobrante de masa, puedes utilizarla para hacer pequeñas decoraciones o barritas. Una vez en la fuente, vierte con cuidado la mezcla cremosa que preparaste anteriormente sobre la base de hojaldre. Luego, distribuye uniformemente la mezcla de cebolla y jamón sobre la crema, y espolvorea con queso rallado al gusto. Este paso es sencillo y divertido, y es donde puedes ser creativo, asegurándote de que todos los ingredientes estén bien distribuidos para que al hornear todo se una y se convierta en una deliciosa tarta.

Precalienta el horno a 180º y coloca la fuente con la tarta en la rejilla central. Hornea durante unos 30 minutos. Es fundamental cuidar la cocción; debes observar que la crema se cuaje y que el hojaldre adquiera un hermoso color dorado. Este paso es crucial ya que el horneado transforma todos los ingredientes en una tarta salada fácil y rápida, que será un éxito entre tus comensales. Una vez lista, retíralo del horno y deja enfriar unos minutos antes de cortarla, para que mantenga su forma.

Finalmente, una vez que la tarta esté ligeramente fría, corta porciones y sírvela en platos individuales. Puedes disfrutar de esta tarta salada tanto caliente como fría, lo que la convierte en una excelente opción para picnics o almuerzos. La versatilidad de esta receta la hace perfecta para cualquier ocasión, y al ser una de las tartas saladas fáciles y rápidas de preparar, seguro se convertirá en una de tus favoritas. No olvides acompañarla con una ensalada fresca o tu salsa preferida para un toque extra de sabor.