Helado de fresas y nata

Lavar los fresones enteros, retirar el tallo y cortarlos en trocitos, reservando unos 100 gramos. Pasarlos por la batidora para reducirlos a puré y templar en un cazo con 15 gramos de azúcar y un chorrito de limón. Cuando comience a hervir, retirar del fuego y tamizar el puré para retirar las semillas. Dejar enfriar completamente.

Batir la nata con las varillas eléctricas. Cuando comience a montarse agregar, poco a poco, 125 gramos de azúcar (no batir demasiado para que no se corte). Mezclar con el puré de fresas y guardar en la nevera.

Montar las claras a punto de nieve, poco a poco, añadiendo los 25 gramos de azúcar restantes cuando estén ligeramente subidas. Mezclar suavemente con las yemas e incorporar suavemente la mezcla de nata. Añadir los fresones reservados cortados en trocitos pequeños y rellenar un molde redondo. Guardar en el congelador de 4 a 6 horas. Desmoldar y decorar con fresones abiertos alrededor o gelatina de fresas.