Puedes encontrarte que al comprar tus huevos no tengan la fecha de caducidad impresa y olvidarte de cuándo los compraste.

Para estos casos existe un truco bien sencillo. Tan solo tendrás que sumergir el huevo en un vaso lleno de agua. Si flotan es indicador de que han pasado demasiados días en el frigorífico.

 

Valora esta receta
Añade este artículo a tus favoritos Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado