Siempre que frías algún alimento, debes ponerlo en el plato bien escurrido de aceite. No sólo quedará más sabroso sino que será más sano. Para ello, ayúdate de una fuente con un papel de cocina. Cuando retires el alimento de la sartén, ponlo primero en la fuente para que el papel absorba el aceite. Luego ya lo puedes servir en el plato.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel