Casi todas nuestras celebraciones tienen asociados unas recetas y platos tradicionales. La Semana Santa y la Cuaresma no podrían ser menos, y las torrijas son uno de los dulces más típicos de estas fiestas. Es un postre humilde hecho con pocos ingredientes y que está riquísimo. Se hace con rebanadas de pan remojadas en leche o vino, rebozadas en huevo y fritas en aceite. Como ves es un postre contundente, aunque hacerlas al vino como la receta de hoy es la opción más liviana.

Una vez hechas se decoran con azúcar, canela y cáscara de limón. Las puedes comer así o bien darle un toque especial y añadirles una salsa. La que te proponemos está hecha con vino, azúcar, canela y cáscara de limón y naranja. ¡Pruébala!

Información nutricional(por ración)

Energía

396 kcal

Hidratos

77.82 g

Grasas

4.94 g

Fibra

4.72 g

Proteínas

7.60 g

Ingredientes

¿Cuántos comensales?

Vino tinto

al gusto

Azúcar blanco

150 gramos

Canela

1 rama

Limón

1 unidad cáscara

Naranja

1 unidad cáscara

Pan

1 barra

Aceite de oliva virgen extra

1 cucharada

Huevo

2 unidades

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Paso 1 de 4

Pon a calentar el vino con el azúcar, la rama de canela y las cáscaras de limón y naranja. Deja reposar.

Paso 2 de 4

Corta el pan en rodajas gruesas, ponlas en una fuente honda y remójalas con el vino. Déjalas unos minutos, hasta que puedas manipularlas con facilidad, y escúrrelas.

Paso 3 de 4

Pasa las rodajas por el huevo batido y fríelas en el aceite caliente. Sécalas en un papel de cocina y rebózalas con azúcar y canela molida.

Paso 4 de 4

Puedes servirlas adornando el plato con la rama de canela y la cáscara de limón que has usado para aromatizar el vino.

Si hablamos de las torrijas no nos podemos olvidar de otro dulce típico de la Semana Santa, los pestiños. Tradicionales de Andalucía, se elaboran con harina, aceite de oliva, miel, anís y semillas de sésamo y están deliciosos.

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