Crema de Gambas

Comienza calentando un poco de mantequilla en una cazuela amplia. Cuando esté derretida, añade las pieles y cabezas de las gambas para que suelten todo su sabor. Saltea a fuego medio, moviendo ocasionalmente, hasta que se tornen un poco doradas. Agrega la harina y cocínala brevemente para que adquiera un ligero tostado. Luego, añade el Caldo Casero de Pescado 100% Natural Gallina Blanca, que es la base esencial para tu crema de gambas. Espolvorea una pizca de pimentón para darle ese toque especial, mezcla bien y deja que hierva a fuego lento durante unos 10 minutos. Este proceso ayudará a intensificar el sabor de la crema de gambas. Una vez transcurrido el tiempo, cuela la mezcla a través de un colador para eliminar las pieles y cabezas, reservando el caldo limpio.

Con el caldo ya preparado, regresa a ponerlo en la cazuela a fuego medio. Incorpora las colas de las gambas peladas, que aportarán un sabor delicioso y una textura jugosa a tu crema. Añade también un buen chorrito de jerez, que realzará el perfil de sabor del plato. Salpimienta al gusto, ya que un buen equilibrio de condimentos es clave para que la crema de gambas resalte lo mejor de sus ingredientes. Permite que todo cocine durante unos minutos, justo hasta que las gambas se cocinen y estén rosadas, cuidando de no sobrecocinarlas. Una vez que estén listas, retira del fuego y prepara la presentación.

Para culminar este delicioso plato, vuelca con cuidado la mezcla en un recipiente o directamente en platos hondos. Agrega un toque de nata líquida en la parte superior, lo que le dará una cremosidad y suavidad agradables, contrastando perfectamente con el sabor intenso de la crema de gambas. Finaliza espolvoreando una pizca de pimentón por encima; esto no solo añade un atractivo visual, sino también un matiz de sabor que realza el conjunto. Sirve caliente acompañado de pan fresco o tostadas. ¡Disfruta de tu exquisita crema de gambas!