Es un muy fácil, aunque requerirá algo de tiempo. Para empezar, hazte con un bote de cristal o una aceitera. El recipiente no es lo importante, lo que sí es vital para que te quede un sabroso aceite es el contenido. Pon dentro de la aceitera 6 dientes de ajo, una cucharadita de pimienta negra en grano y dos hojas pequeñas de laurel, vierte el aceite hasta llenar todo el recipiente y déjalo reposar en un lugar oscuro y seco durante cuatro semanas.
Pasado ese tiempo, todas las hierbas y especias habrán dejado su sabor en el aceite, ¡y listo! Este aceite es perfecto para cocinar carnes blancas o marinar la carne y el pescado. Además, un chorrito a la pasta en crudo le da un sabor delicioso, y para un pesto el mejor aceite. ¡Dinos cómo te quedan tus recetas con este truquito
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