Para que no se nos quede el olor a ajo una vez terminemos de cortarlo, bajo el grifo y sin restregar las manos, nos damos dedo a dedo con un objeto de acero inoxidable, es decir, un cuchillo, una cuchara, o hasta el mismo fregadero.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel