Cheesecake con frutos rojos

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  • 20-40 min
  • Fácil
  • 4 personas

Muchas veces vemos postres espectaculares y nos preguntamos cómo los harán. Hoy te traemos un pastel de queso que podría formar parte del menú de cualquier buen restaurante. Un cheesecake de lo más sencillo que te encantará. Se trata de un plato rápido de hacer, aunque deberás prepararlo unas horas antes de servirlo ya que se sirve frío. 

El suave del queso, la variedad de frutos rojos y la crujiente galleta de la base hace de este típico pastel una mezcla de texturas y sabores irresistible. Una forma fácil de hacer un plato de lo más vistoso que seguro que dará que hablar entre tus invitados.

La mejor época para consumir frutos rojos es durante los meses cálidos, aunque se pueden comprar durante todo el año. La mayoría de frutos rojos son bayas que, generalmente, aportan muchos nutrientes, vitaminas y pocas grasas. 

Ingredientes para Cheesecake con frutos rojos

Cómo hacer Cheesecake con frutos rojos

  • Rompe las galletas en trozos pequeños que usaremos para la base del pastel.

    Rompe las galletas en trozos pequeños que usaremos para la base del pastel.

  • Añade la mantequilla a temperatura ambiente a las galletas aplastadas.   Mezcla y trabaja los ingredientes para crear una masa homogénea.

    Añade la mantequilla a temperatura ambiente a las galletas aplastadas.
    Mezcla y trabaja los ingredientes para crear una masa homogénea.

  • Mezcla el queso con la clara de huevo, añade el azúcar y la yema de huevo. Remueve bien todos los ingredientes.

    Mezcla el queso con la clara de huevo, añade el azúcar y la yema de huevo. Remueve bien todos los ingredientes.

  • Poner la base de galletas en moldes individuales; hacer una base de 1 cm de espesor y luego agregar la crema de queso.
    Guardar en la nevera durante 3-4h.
    Decorar la tarta de queso con los frutos rojos y servir.

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Consejos para cocinar Cheesecake con frutos rojos

El Truco: preparar la crema de huevos y azúcar

Si queremos que el pastel de queso tenga una textura muy suave, prepara una crema espumosa batiendo la yema de huevo con el azúcar. ¡Ya verás que bien quedará cuando la combines con el queso!

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