Ortiguillas fritas

Esta receta es muy rápida y sencilla, pero como todo en la cocina hay que hacerla con cariño o «amor de madre» como estoy viendo en el foro. A lo que vamos, se lavan muy bien las ortiguillas bajo el chorro de agua del grifo, se dejan escurrir un buen rato, posteriormente las enharinamos (si no tenemos un cernidor podemos introducirlas en una bolsa de plástico con la harina y darle unas vueltas).
Seguidamente y en una sartén con abundante aceite muy caliente, las vamos friendo por tandas.
Luego las colocamos sobre papel absorbente para que suelte el exceso de aceite y la emplatamos.
Generalmente se acompaña con una rodajita de limón, cosa que yo no hago porque me gusta el sabor a mar que tienen estas anémonas. Y para beber no hay nada mejor que una copa o dos o tres de manzanilla muy fresquita.
Quizás la única dificultad que tiene este plato es darle el punto exacto en la fritura porque puedes arruinarlo de dos formas, friéndola en exceso o dejándola cruda por dentro. Estas de la foto salieron de muerte.