Los garbanzos, y en general las legumbres, tienen que formar parte de nuestra dieta diaria. Aparte de las propiedades que tienen, son un perfecto acompañamiento para una gran cantidad de platos. ¿Los has probado estofados, cocidos, con chocos, tomate o gambas? ¡Ya verás que multitud de recetas puedes cocinar! ¡Y aquí te las enseñamos todas!  

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Los garbanzos, que tiene su origen en Oriente, son un plato muy típico de la cocina española. Sobre todo, se suelen cocinar en pueblos ya que es una comida copiosa que alimenta. Son muy versátiles y se pueden combinar con multitud de ingredientes y crear platos muy deliciosos. Al igual que las lentejas, esta legumbre es un alimento rico y muy nutritivo, aporta mucha energía al cuerpo y es muy rico en proteínas. En definitiva, es un alimento de 10.  Actualmente, ya no solo se comen en guisos, los tenemos también en ensaladas y en el riquísimo hummus, una comida que enamora hasta a los que no son fans de esta legumbre.  

Así que ya sabes, atrévete a cocinar estas magníficas recetas de este recopilatorio y deja impresionados a tus invitados. Recuerda compartir tus resultados con la comunidad de Gallina Blanca y demuestra lo cocinillas que estás hecho. También te invitamos a que visites otras recetas que te hemos preparado como todo lo que puedes hacer en recetas con bacalao o recetas de caldo. Descúbrelas todas para disfrutar de una buenísima comida casera con los tuyos de la manera más fácil. ¡Increíble!


Cocinar garbanzos

¿Cómo cocinar garbanzos? ¡Te lo contamos!  

Antes de ser cocidos, debes ponerlos en remojo en agua, no muy fría, más bien un poco templada, con un poco de sal durante, aproximadamente, doce horas. Luego se lavan con abundante agua para eliminar el posible olor generado durante esas horas que estuvieron en remojo.  

Para cocerlos, se deben verter en agua hirviendo para evitar su endurecimiento. Por la misma razón, si es necesario añadir agua durante la cocción nunca debe estar fría. Una buena opción es introducirlos al agua dentro de una bolsa de red, de esta manera se conservan mejor, con menos riesgo de que queden despojados de su piel. Si se cocinan en una olla exprés no demandará mucho más que veinte minutos, una vez que haya alcanzado la presión necesaria.  

Una estrategia muy práctica es cocer una gran cantidad y reservarlos para ser utilizados durante la semana o, si los congelas, durante más tiempo aún. De esta manera, ganas tiempo para cuando quieras preparar cualquier plato con estas legumbres. Porque recuerda que aquí te proponemos una multitud de recetas, como hacerlos con con espinacas o con langostinos… y solo tienes que optar por la que más te apetezca para cocinar garbanzos.  

Por si no te decides, te adelantamos la receta de puré de garbanzos al orégano. Saltea ajo picado en una sartén con un poco de aceite de oliva caliente, añádele zanahoria, apio y puerro, todo bien picado. Pon también una hoja de laurel y deja cocinar a fuego lento durante diez minutos. Luego agrégale los garbanzos, tomate frito y caldo. Puedes condimentarlo con pimienta a gusto y solo te quedará triturar todo hasta conseguir la textura deseada para tu puré. Si lo pretendes más ligero añádele algo más de caldo. Puedes servirlo acompañado de unos taquitos o ralladura de huevo duro. Si esto te parece delicioso, ¿a qué esperas para ver las otras recetas? 


Recetas de ensaladas de garbanzos

¿Qué tal unas ricas ensaladas de garbanzos, bien variadas para que nunca te canses? ¡Tenemos las recetas!  Sí, las legumbres no solo se deben consumir en invierno. Si bien es más común encontrarlas en los guisos o estofados, como la fabada asturiana o los callos con garbanzos, también pueden ser integradas en platos frescos y ligeros ideales para el verano. Las legumbres son tan versátiles son perfectas para hacernos el tupper del trabajo, la playa o pasar un día de picnic.  

Todas son bajas en grasas, ricas en proteínas vegetales, vitaminas y minerales. Si no se les añade grasa en exceso en su cocción y se las combina con alimentos o ingredientes sanos, como frutas o verduras, se logran platos ligeros, apetecibles, muy sanos y con un gran aporte de nutrientes.  Las ensaladas de garbanzos son súper fáciles de hacer. Solo debes agregárselos a la ensalada que más te guste y aliñarla, por ejemplo, con una vinagreta hecha a base de limón. Además de muy rica, te quedará con un toque crujiente y será mucho más nutritiva.  

Aquí te proponemos que te hagas una rica ensalada con esta legumbre y atún. ¿Y qué tal una de quinoa y garbanzos? Tenemos una recetita con verduritas que está de muerte. ¿A qué esperas a probarlas?  

Otra opción para incluir estas legumbres en comidas muy prácticas para llevarte en el tupper es hacer tortillas o hamburguesas vegetarianas. Nuestros protagonistas combinados con hierbas aromáticas, especias y verduras picadas quedan exquisitos y, con ellos, consigues platos muy completos. 


Recetas de guisos y potajes con garbanzos

¡El potaje con garbanzos, qué delicia! ¿Y lo bueno? Que no solo existe uno, sino muchísimos. En cada provincia podríamos decir que se prepara de una manera y es buenísimo recorrer nuestra geografía degustándolos todos. Tienen pequeñas variaciones que los hacen únicos y exquisitos.  

¿Y qué decimos de los guisos? Son perfectos también para hacer entrar al cuerpo en calor. ¡Reconfortan muchísimo! Las abuelas siempre dicen que con un buen plato se te van todas las penas y no les falta razón.  

Aquí te vamos a enseñar cómo preparar platos esenciales como un buen cocido madrileño, la receta del clásico puchero o los potajes de vigilia hechos de garbanzos con bacalao. Sí, en Semana Santa, propio de la tradición, se usa bacalao para no comer carne como manda la tradición. También te enseñamos un rico potaje de garbanzos con verduras, que quedan bien tiernas y son súper apetecibles. ¡Te enamorará!  ¿Y sabes qué es lo mejor de los garbanzos? Pues que parecen solo un humilde alimento pero si se han usado en la gastronomía durante siglos es por la cantidad de nutrientes que tienen. Perfectos en vez de optar por platos menos saludables. En España son protagonistas fundamentales de esa cocina a fuego lento con la que nuestras madres y abuelas nos hacían aquel puchero, siempre tan sabrosos.  

¿Quieres más razones? Son baratos, se conservan fácilmente y nos aportan hidratos de carbono, fibras naturales, vitaminas y minerales. Además de platos clásicos, a nuestra vida también han llegado en forma con cuscús, hummus, falafel, crema de garbanzos o consumirlos con un simple aliño. ¡Elige la que más te guste! 

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