Hay que escurrir la patata sobre un papel absorbente para eliminar, en la medida de lo posible, la grasa de pueda quedar en su superficie. Si lo hacemos así, el relleno quedará bien pegado al tubérculo. También hay quien espolvorea la patata con almidón de maíz o con fécula antes de añadirle la carne para que quede mejor pegada.