Rehogadas, no hervidas

(0)

Cuando prepares un plato con espinacas congeladas, descongélalas y escúrrelas bien apretándolas con las manos. De esta forma eliminarás gran parte de su agua y, cuando las pongas en la sartén, se rehogarán en vez de hervirse. Conseguirás, así, un plato mucho más sabroso.

Valora este truco

Únete a la comunidad de Gallina Blanca

Rellena este formulario y recibe en tu correo electrónico ideas de recetas para tus menús diarios, novedades de productos, promociones, contenidos exclusivos y mucho más. ¡No te pierdas nada!

 

 

 

*Campos obligatorios