Unas fotos a la altura de tus recetas

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¿Quieres subir tu receta para compartirla con todos los usuarios de la web de Gallina Blanca? Tan importante como los pasos para prepararla es que la acompañe una fotografía atractiva. Y es que fotografiar platos y compartir las imágenes al instante en blogs, webs y redes sociales está de moda. Ya son muchos los aficionados que se atreven con la fotografía gastronómica. Con estos consejos de nuestros expertos, tus fotos serán como hechas por profesionales.

Sois muchos los usuarios de nuestra página web que queréis compartir con todos nosotros vuestras recetas, acompañadas por una fotografía atractiva que anime a otros a prepararla. Quizás, además, ya sóis aficionados y aficionadas a la fotografía y al buen comer y os habéis atrevido a crear vuestros propios blogs gastronómicos. “Es una forma de compartir, es un escape de creatividad necesario para muchas personas que desean salir de la rutina diaria”, afirma Becky Lawton, fotógrafa profesional especializada en gastronomía. “Y qué mejor que hacerlo con cosas que nos gustan como nuestro plato favorito”, añade.

 

Bloggers gastronómicos

Este es el caso de Sonia Martín, creadora del blog ‘A qué saben las nubes’, una bitácora de fotografía culinaria y stilllife.

“Creé el blog de cocina porque una de mis pasiones siempre ha sido cocinar. Hace años estudié fotografía, y pensé que podía aplicar mis conocimientos a crear buenas imágenes de los platos que creaba”. Y es que uno de los principales requisitos para publicar recetas en Internet es hacerlo a través de imágenes impactantes y de calidad. “La comida primero entra por los ojos, y si a los ojos no les gusta lo que ven en la fotografía, no surge el interés por esa comida”, señala Martín. “El uso de attrezos, las composiciones, los colores y los fondos... Todo puede servir para crear un ambiente atractivo para enseñar tu receta.  El efecto final buscado es que quien la vea se levante salivando para cocinarla”, explica Lawton.

Sólo hay que darse un ‘paseo’ por Twitter y buscar bajo el hashtag (etiqueta) #foodporn para observar la cantidad y variedad de imágenes de comida que se publican en esta red social. La inmensa mayoría son de platos cotidianos o recetas de restaurante que se fotografían sin más antes de comerlas y se comparten al instante, por lo que la calidad no es precisamente su seña de identidad. “Podemos pensar que un plato determinado es excelente dependiendo de la pericia del fotógrafo y el estilista culinario. Por desgracia, también puede ocurrir lo contrario”, dice la creadora de ‘A qué saben las nubes’.

 

Técnica e imaginación

Está claro, pues, que sólo una buena imagen provocará en el espectador la percepción de que un plato es delicioso. Por eso, os invitamos a todos a seguir una serie de pautas que nos han facilitado Becky Lawton, Sonia Martín y la periodista y fotógrafa Susana Velasco y que os garantizarán el éxito. ¿Preparados?

1.  Utilizar luz natural siempre que sea posible. Si no lo es, una buena opción es emplear una caja de luz (con una caja de cartón y papel difusor se puede construir fácilmente). Evitar el flash.

2.  El protagonista debe ser el plato pero éste lucirá mejor si no está solo. Por eso, en segundo plano, podemos colocar otros elementos como una copa, una taza, una cuchara, una servilleta, un jarrón con flores…

3. También ayudará la elección de fondos neutros y de colores suaves que no desvíen la atención.

4. El objetivo gran angular puede mejorar los resultados teniendo cuidado de no deformar demasiado la imagen. También se puede emplear una lente Macro para destacar detalles y usar el trípode para que la imagen no quede movida.

5. Jugar con el enfoque permite resaltar aquello que queremos que llame la atención del espectador. Para ello podemos echar mano de la profundidad de campo.

6. Buscar puntos de vista y encuadres originales y creativos. Se puede recurrir a una escalera, por ejemplo.

7. Realizar disparos rápidos para captar la frescura del plato. Con velocidad baja también será posible capturar bonitos efectos humeantes en las recetas calientes.

8. Intentar realzar los brillos (se pueden realzar rociando gotas o con glicerina) y texturas interesantes y evitar destacar aquellos que no resultan tan agradables.

9. No sólo interesan las fotos del plato ya terminado y compuesto. También serán muy interesantes imágenes de la preparación de la receta en la cocina.

10. Hacer muchas y variadas fotos, experimentar: cambiar el estilismo, la luz, la velocidad, el encuadre… y disfrutar. ¡Los resultados serán inmejorables!

¿Lo tenéis  todo a punto para fotografiar vuestras recetas? ¡Pues no olvidéis subirlas a la web para que todos veamos lo bien que os han quedado!

 

 

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