La cocina de Todos los Santos

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Más allá del dilema entre Halloween y Todos Los Santos, lo cierto es que las fechas alrededor del 1 de noviembre están llenas de tradiciones, también en nuestra cocina.

La tradición católica celebra el 1 de noviembre como la fiesta de Todos los Santos. Se trata de una manera de contraponerse al carácter más pagano de la tradición celta, que celebraba el día de los difuntos el día 31 de octubre y que se ha convertido en el Halloween, que tiene lugar en muchos rincones del planeta.

Aquí, el 1 de noviembre es un día en el que se honra la memoria de los muertos, ya sea con visitas a los cementerios o con recuerdos especiales. La cocina también ha puesto su granito de arena y ha llegado hasta nuestros días una tradición culinaria muy completa y variada que se extiende en todos los rincones de nuestro país.

Los postres típicos

Como suele pasar cuando hablamos de este tipo de celebraciones, los platos más tradicionales son los postres y dulces de todo tipo. Es el caso de los buñuelos de viento, los Huesos de Santo o de los panellets.


Antiguamente, cada uno de estos dulces se hacía en casa y, poco a poco, las pastelerías de todos los pueblos y ciudades fueron incorporándolos, hasta convertirse en una compra casi obligada por estas fechas. Pero en GallinaBlanca.es nos encanta que saquéis el cocinero que lleváis dentro, y sabemos que os gustará preparar estos dulces en la cocina de vuestro hogar.

Los panellets
Una de las tradiciones de Todos los Santos más extendida es la de los panellets, especialmente en Catalunya, Islas Baleares y Levante, donde la víspera de Todos los Santos las familias se reúnen para disfrutar de estos dulces de almendra recubiertos de piñones, junto con castañas asadas y boniatos. La base para prepararlos es una masa de almendra, azúcar y patata cocida, a la que se añaden otros ingredientes para darle un toque diferente. Podéis preparar unos panellets tradicionales muy fáciles, o más creativos con coco, chocolate, cerezas… ¡sólo necesitáis dejar volar la imaginación!

Castañas, boniatos y calabazas

Pero aunque los dulces son, sin duda, los protagonistas de esta celebración, también hay lugar para platos en su versión salada. En especial, si están hechos con productos de temporada y muy característicos de estas fechas.

El boniato o también conocido como batata es un túberculo muy característico de la época otoñal, que es cuando más abunda, y en la noche del 31 de octubre en zonas concretas de España se suele consumir asado. Pero sus usos culinarios pueden ir mucho más allá, y es idóneo para otro tipo de preparaciones. Sin ir más lejos, una la mar de cotidiana como una sopa de batata e hinojo. Sencilla, rápida, aromática y completa, ya que se completa con especias, verduras y legumbres.

 


Como ya hemos comentado las castañas asadas son un clásico que no falta en la mesa de los hogares de algunas comunidades autónomas. Sin embargo, también podemos aprovechar la ocasión para comerlas en un plato más completo y exquisito.

Se trata, del cerdo asado con castañas y uvas, ideal para aprovechar el mejor momento de estos alimentos en cuanto a propiedades nutritivas y sabor. La carne se cocina a fuego lento con las castañas, uvas, el coñac, las hojas de salvia y el romero. Así queda mucho más aromática y jugosa.

Otro alimento muy característico de Halloween es la calabaza. Y aunque en esta festividad solo se utilice para decorarla, puedes aprovecharla y cocinar un estupendo guiso de salmón, patata y calabaza. ¿Qué te parece?



Un auténtico plato de cuchara como los de tu abuela, con el que obtendrás enseguida energía y vitalidad, ya que a su vez es un plato redondo al combinar verduras y pescado.

¿Conoces otras recetas de Todos los Santos o Halloween? ¡Explícanos las tuyas!

 

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