10 trucos para que la pasta te quede al dente

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Aunque sobre gustos no hay nada escrito, sobre cómo conseguir que la pasta quede al dente han corrido ríos de tinta. Hoy nos hemos propuesto acabar con la confusión y darte las claves, los secretos y el santo Grial de cómo cocinar la pasta para que te salga “veramente eccezionale” (o sea, ¡chapó!). ¿Estás preparado para aprender toda la verdad y nada más que la verdad sobre cómo cocinar la pasta?

Primera regla de oro: aunque el fabricante ponga el tiempo de cocción, la auténtica tradición italiana exige probar uno mismo si la pasta está ‘al dente’.

Segunda regla de oro: Sí que hay una fórmula secreta, y es fácil de memorizar: 1,10,100. Esto se traduce en 1 litro de agua por cada 100 gr de pasta y 10 gr de sal gruesa.

Y ahora, queremos darte unas instrucciones precisas que no debes saltarte nunca si no quieres que tus tagliatelle se conviertan en un amasijo harinoso.

1. Elige bien el recipiente de cocción

Lo mejor es optar por una olla lo suficientemente grande y con bordes altos, ya que la pasta tiene que “flotar”. Añade la sal cuando el agua ya esté hirviendo. Espera a que se derrita del todo y el agua reanude la ebullición (el agua salada tarda más en ponerse a hervir). Añade la pasta (ya sea seca o fresca) a la vez y enseguida remueve con un tenedor para evitar que se pegue entre sí.

Puedes ir practicando con estos tallarines con jamón y alcachofas. ¿A qué tienen buena pinta? Es un plato perfecto para que asimiles lo aprendido y a la vez disfrutes de un plato muy completo y sabroso.

pasta, tallarines

2. ¡No tapes la olla!

3. Remueve con frecuencia

4. Aunque la pasta fresca es deliciosa tiene el problema que se puede pegar más fácilmente, por lo que es muy recomendable añadirle un poco de aceite de oliva. Y ya que hablamos de pasta fresca, demuéstrales a todos que sabes cómo hacerla. ¿Qué tal unos raviolis de espinacas y ricotta? Una receta rápida, sencilla y muy gustosa gracias a sus ingredientes y al toque de parmesano.

raviolis

5. La pasta para horno (lasaña, canelones, quiches, tartas…) debe quedar siempre al dente. Pon a prueba tu destreza en la cocción preparando, por ejemplo, estos canelones de marisco con bechamel, que seguro causarán furor entre tus comensales.

canelones

6. Con la pasta seca, déjate guiar por el tiempo de cocción del envase. Y en la fresca, por lo que ponga en la receta. Pero a pesar de todo, antes de escurrirla, ¡pruébala siempre!

7. Antes de escurrir la pasta una vez haya alcanzado el punto justo de cocción, vierte un cucharón de agua fría en la olla para detener la cocción. Ahora sí, ahora ya puedes escurrir.

8. Pero… guarda un poquito de agua de la cocción para ligar la salsa.

9. Ahora un truquillo de emplatado: puedes calentar el plato con agua caliente (y secarlo bien) y añadir la pasta, a menos que sea un plato de ensalada de pasta fría, claro. ¿Quieres ponerlo en práctica? Pues estos espaguetis con salchichas son una gran opción. Ideal para los peques y grandes de la casa.

espaguetis

10. Y, por último, échale un poco de salsa al plato y guarda el resto en una salsera.

Y recuerda: si añades una pastilla de Avecrem al agua de cocción, te van a quedar mucho más sabrosos tus platos de pasta. Ah! El queso, al final y si es posible, rayado al momento. Su efecto es mayor si esperamos a que primero la pasta haya absorbido la salsa.

¡Ya está! Cuéntanos pronto cómo te ha ido ahora que ya conoces el secreto mejor guardado de la pasta.

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