Huevos revueltos con jamón

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  • 20-40 min
  • Media
  • 4 personas

¿Preparado para hacerte un desayuno lleno de vitalidad y energía? Los huevos revueltos con jamón es una forma estupenda de empezar el día y si los acompañas de unas tostadas de pan casero aún más. Y es que los huevos revueltos son un clásico del desayuno o de una cena ligera y los podemos combinar con otros ingredientes como setas, espárragos o salmón ahumando.

En cualquiera de ellas están siempre riquísimos. Eso sí la receta de hoy tiene algo de especial y es que se prepara de una forma distinta, separando las claras de las yemas para que así queden mucho más esponjosos y suaves. Amanece con buen pie gracias a este plato tan sensacional y rápido de preparar. 

La versatilidad de los huevos es infinita tanto sirven para un postre, que los podemos comer fritos, hervidos, pochados, revueltos...o también unos huevos al plato. Una preparación que acompañada de hortalizas de temporada es una delicia.

Ingredientes para Huevos revueltos con jamón

Cómo hacer Huevos revueltos con jamón

  • Separa las claras de las yemas de los huevos. En un recipiente hondo, bate las yemas de los huevos con un poco de Avecrem y añade seis cucharaditas de agua.

    Separa las claras de las yemas de los huevos. En un recipiente hondo, bate las yemas de los huevos con una pastilla de Avecrem y añade seis cucharaditas de agua.

  • Monta las claras de los huevos a punto de nieve. Cuando tengas las claras bien montadas, añade una cucharada de mantequilla derretida y mezcla.

  • Pon una sartén al fuego con seis cucharadas de aceite y fríe el jamón hasta que veas que empieza a tomar color. Con el fuego bajo, añade las yemas y las claras de los huevos, sin dejar de remover hasta que queden cuajadas. Cuando veas que se separan bien del fondo de la sartén, ya está listo para servir.

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Consejos para cocinar Huevos revueltos con jamón

El Truco: separa las yemas de los huevos con facilidad

Para separar las yemas de las claras de huevo de forma fácil hay dos formas muy simples de hacerlo. En la primera se trata de cascar el huevo y echarlo sobre la palma de tu mano, recuerda que tiene que estar bien limpia, y luego deja que la clara caiga por el espacio entre tus dedos. La segunda opción es cascar el huevo en un bol de cocina y coger la yema con las manos, siempre con cuidado. 

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