Albóndigas estofadas

(6)
  • 10-20 min
  • Fácil
  • 4 personas

Hay días que apetece comer un plato tradicional, de esos que te preparaba tu abuela. Llenos de sabor, mimo y con una salsa que invitaba a mojar el pan en ella. Pues no busques más porque una gran opción son las albóndigas estofadas. Y lo mejor es que son increíblemente sencillas de hacer y en pocos minutos las podrás tener listas. 

Esta receta, eso sí, tiene algunas particularidades. Por un lado, se utilizan dos tipos de carne, la de ternera y la de cerdo. Y, por otro, las albóndigas se cuecen con un sofrito de tomate y cebolla, caldo de verduras y una crema de champiñones. Como ves es un plato estupendo y que aún estará más rico si lo acompañas de unos guisantes o arroz blanco. 

Esta es una receta clásica de albóndigas pero si otro día te apetece experimentar con otros ingredientes y formas de hacerlas te animamos a cocinar las albóndigas de pollo y brócoli. ¡Qué las disfrutes!

Cómo hacer Albóndigas estofadas

  • Mezcla las dos carnes y añade el huevo, el Avecrem, la rebanada de pan escurrida y forma las albóndigas con la ayuda de un poco de pan rallado. Reserva.

    Mezcla las dos carnes y añade el huevo, el Avecrem, la rebanada de pan escurrida y forma las albóndigas con la ayuda de un poco de pan rallado. Reserva.

  • Rehoga el sofrito de cebolla en un poco de aceite e incorpora la crema de champiñones diluida en el caldo de verduras. Deja cocer unos 5 minutos para que espese.

    Rehoga el sofrito de cebolla en un poco de aceite e incorpora la crema de champiñones diluida en el caldo de verduras. Deja cocer unos 5 minutos para que espese.

  • Añade las albóndigas directamente sin freír y deja cocer unos 10-12 minutos.

  • Sirve con guisantes o arroz blanco o con ambos acompañamientos para que se pueda escoger.

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Consejos para cocinar Albóndigas estofadas

El Truco: aprovecha las vainas de los guisantes

Si utilizas guisantes frescos en vez de congelados podrás disfrutar mucho más de su sabor y aroma al hacer esta receta. Además, del guisante se aprovecha todo y es que las vainas también son comestibles y tienen un delicado sabor. Aunque sí que debemos asegurarnos que estén bien limpias y lavadas antes de cocerlas. 

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