Salsas para el rodaballo

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El rodaballo es uno de esos pescados que por su sabor admite numerosas opciones en cuanto a los aderezos y sobre todo de las salsas. Hoy queremos que conozcáis algunas de las recetas más originales de rodaballo en salsa. Muchas de ellas probablemente no imaginaríais que podrían cocinarse de esa manera, pero en la cocina siempre se puede experimentar con múltiples ingredientes y sabores para sacar el mejor partido y sorprender a nuestros invitados.

Una de las recetas más sanas, pero sobre todo con los ingrediente más básicos y sencillos es la receta de rodaballo con acelgas en salsa de limón. A la hora  de elaborar la salsa de esta receta lo único que habrá que hacer es calentar caldo de pescado al mismo tiempo que el zumo y la ralladura de limón, dejando que reduzca. Se le añade sal, pimienta y nata y estará lista para añadirla al rodaballo.

Salsas sencillas pero muy sabrosas

Pero hay otro tipo de salsas mucho más elaboradas que seguro que sorprenderán no solo por su sabor sino también por el tipo de ingredientes que la integran.

Una de las salsas más populares para acompañar al rodaballo es la salsa picante de gambas, muy común en Galicia donde será fácil encontrar esta receta en los restaurantes. Se trata de una receta muy ligera pero con un sabor de enorme intensidad.

Otra salsa, con más glamour que las anteriores, aunque solo sea por el nombre, es la salsa bearnesa. Su preparación es también muy sencilla, tan solo habrá que poner en un cazo la cebolleta picada, una cucharadita de perifollo picado y una de estragón picado también. Se le añadirá vino y vinagre y esperaremos a que se reduzca a fuego lento hasta que quede más o menos la mitad. Colaremos la mezcla y la salsa bearnesa estará lista para fundirse con el sabor del rodaballo.

Con ingredientes de la dieta mediterránea

Pero si buscamos una salsa exquisita con ingredientes propios de la dieta mediterránea, la salsa que mejor se adapta a estas características es la de aceite de oliva y almendras.

Su elaboración también es muy simple, tan solo habrá que colocar en una sartén el aceite de oliva virgen de máxima calidad y echar sobre él las almendras crudas, peladas y partidas por la mitad. Llevaremos a fuego medio y antes de que empiecen a freírse lo bajaremos al mínimo para que se conserve caliente pero sin quemarse ni perder sus aromas originales.

¿Aún no te has decidido por ninguna salsa? Te damos dos opciones más, el rodaballo al vino blanco o el rodaballo laqueado.