La cena familiar en Navidad
Es Navidad y toca organizar la cena. Esta noche vienen los padres a cenar a casa. Hay confianza, pero precisamente por eso, hay que cuidar aún más los detalles. La sencillez en las formas y conocer bien lo que los invitados esperan son las notas dominantes que deben marcar la preparación de esta cena familiar. Mantel Con encaje, de lino o batista. Finísimo y muy sencillo. O de muselina en color pastel, con bordados. Si ellos te han regalado un mantel, es el momento de sacarlo. Y si no, puedes permitirte la licencia de poner un mantel de hule, pero adornado con detalles elegantes como las servilletas o elementos decorativos. Pero cuidado, aunque sea de hule, escoge un mantel con cierta calidad y un estampado refinado. Y si ninguna de estas opciones te convence, en el mercado encontrarás un montón de tejidos novedosos que te harán quedar muy bien. Platos y vasos A los manteles más clásicos hay que acompañarlos de platos sencillos o de la familia. Los padres apreciarán el uso de la vajilla que heredaste. Y lo mismo para los vasos: puedes usar los que te han regalado ellos, o los que eran de los abuelos, o de aquella tía… Solo como última opción usa los que hayas elegido tú, pero que no sean demasiado recargados: en familia no necesitas ostentar. Cubiertos Sirve lo mismo que para los manteles, platos y vasos. Si te han regalado una cubertería, deberías usar esa. En caso de que no, vale alguna que hayas comprado, incluso aquella de plata que te trajiste de un viaje. Eso sí, a los padres siempre se les da lo mejor, así que olvida los cubiertos de plástico. Otros complementos para la mesa En estos casos, cualquier detalle que refleje recuerdos comunes del pasado o de personas a quienes tus padres tenían afecto: el centro de mesa de la tía, una jarra de la amiga de mamá… Escoge para esta ocasión objetos que tengan significado aunque no se correspondan con tus gustos. Porque por encima de todo, recibir a los padres en casa es una cuestión de cariño.
