Cocinar lentejas, un sencillo placer
La lenteja, originaria de Oriente Próximo, es uno de los cultivos más antiguos con más de 9.000 años de antigüedad. Tiene gran importancia en la alimentación ya que, por un lado, aporta hidratos de carbono, proteínas y vitaminas y por otra parte resulta económico y rápido a la hora de prepararlo.
Podemos encontrar varios tipos de lentejas como por ejemplo, pardina, verdina o lentejón, cada una de diferente color y tamaño pero aportan un valor nutricional similar.
Las lentejas son fáciles de preparar y muy gustosas como plato de cuchara. Aquí tenéis algunas recomendaciones para conseguir el mejor resultado. ¿Sabías que?
- A diferencia de otras legumbres no hace falta tenerlas en remojo antes de cocinarlas, pero sí es recomendable para limpiarlas y retirar las que floten. Además, un remojo de unas 2 ó 3 horas nos acortará la cocción. Si no tenéis tiempo de remojarlas, simplemente añadir unos 30 minutos al tiempo de cocción.
- Dependiendo del tipo de lentejas deberemos tenerlas más o menos tiempo de cocción, según su tamaño, pero en cualquier caso se deben mantener a fuego lento y no removerlas mucho para que no se deshagan. Una buena forma es remover el contenido simplemente "meneando" la olla.
- Si queremos espesarlas podemos coger un puñadito de lentejas de nuestra olla con un cucharón, hacerlo puré y volver a añadirlo al guiso. Lo engordará para que no queden tan claras.
- Podemos hacer unas lentejas menos calóricas si ponemos todos los ingredientes en crudo en lugar de hacer un sofrito, y si no le añadimos chorizo ni morcilla. Las lentejas vegetarianas son también una buena idea y no por ello son menos sabrosas.
Una alternativa al plato de lentejas más común podría ser preparar una ensalda de lentejas, o si estáis pensando en llevároslas al trabajo, estas lentejas guisadas son perfectas. Como bien se sabe, cada maestrillo tiene su librillo. ¿Cuál es tu truco o recomendación a la hora de hacer un guiso como éste?
