Chocolate, ese oscuro objeto de deseo

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Chocolate, ese oscuro objeto de deseo

El chocolate, ese oscuro objeto de deseo, de mitos, leyendas urbanas y materia prima de verdaderas obras de arte culinarias, fue un desconocido para los europeos hasta el descubrimiento de América. Aunque el cacao tenía ya presencia en las culturas precolombinas, donde se consideraba una bebida de dioses, e incluso en algunos casos se utilizaba como moneda, fue una verdadera sorpresa para los conquistadores españoles. E incluso pasó desapercibido en la metrópoli cuando Coló volvió de su cuarto viaje con las primeras vainas que llegaron a Europa. Chocolate Hay que reconocer que la bebida elaborada por los aztecas tenía poco que ver con el chocolate que ahora conocemos. Se trataba de una infusió picante, muy sazonada y que tenía efectos vigorizantes, como dejó escrito Hernán Cortés. Posteriormente, se fue modificando su elaboració, incorporando el azúcar y posteriormente la leche, acercándolo a las preparaciones que actualmente conocemos como chocolate a la taza. No fue sino hasta el siglo XVIII cuando se consiguió solidificar el chocolate por primera vez. Y durante todo el siglo XIX se fue perfeccionando e industrializando el tratamiento del cacao, lo que permitió separar la manteca y la pasta de cacao, dando paso a una nueva cultura del chocolate. Estos dos subproductos, mezclados en diferentes proporciones, solos o con azúcar, leche, frutos secos… dan como resultado la variedad de chocolates que a día de hoy conocemos. Tipos de chocolate: Chocolate negro: Es el más puro pues sólo incorpora en sus ingredientes la pasta y la manteca de cacao y el azúcar. Suelen contener más de un 50% de pasta de cacao pues es a partir de esta proporció que empieza a notarse su amargor característico. Chocolate con leche: Es considerado un dulce, pues baja la proporció de la pasta de cacao y añade la leche, lo que le confiere un sabor más agradable y por tanto con mayor aceptació en el mercado. Chocolate blanco: no es propiamente un chocolate, pues no contiene pasta de cacao, sino sólo su manteca, combinada con leche y con azúcares y otros aromas. Es el más calórico de todos y su punto de fusió es menor. Además de disfrutar del chocolate en tabletas, solo, con pan, o con galletas, o su uso en postres como la mousse de chocolate, el bizcocho de chocolate o la tarta de tres chocolates, hay otras muchas recetas que incorporan el chocolate y que ofrecen resultados inesperados, por ejemplo, la ternera al chocolate o unas perdices con chocolate. ¿En qué platos lo usáis vosotros?

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